Que sensacion de jubilo el echarte a la carretera con tu moto cargada de equipaje, en cuanto dejas atrás el cartel de fin de población y enfilas hacia tu destino van desapareciendo los nervios de la salida y comienzas a relajarte pensando en lo que te espera,contemplando el paisaje y dejando volar la imaginación.
Con todas esas sensaciones y pensamientos, no es raro encontrarte circulando durante muchos kilómetros en modo automático, asi me encontraba en aquellos momentos, la vista puesta en la carretera y la mente debatiendo sobre la cocina de subsistencia y sus ingredientes, en esta ocasión el debate lo tenia sobre el gazpacho, según en que zona geográfica del país puede ser gazpacho, salmorejo o migas, pan, aceite,agua, ajos y sal, mezclados de distinta forma dan platos bien distintos, según las necesidades de la zona, en el sur para refrescar por el calor y mas al norte platos consistentes para el frió, solo varían ingredientes agregados, tomates en el sur y distintas chacinas en el norte.
De estos pensamientos pase a la arquitectura de las casas, de nuevo mi mente me traslada al sur a casas de azoteas y tejas árabes con fachadas encaladas, para calmar algún grado los calores del verano y con forme vamos subiendo por la península, vemos como esas construcciones van cambiando a casas con fachadas de piedras que según el material que abunde en la zona cambia su color, de piedras de alcor con tonos amarillentas, piedras de granito con tonos mas grises, etc. Los tejados van dejando las tejas por la pizarra buscado evacuar la nieve e intentando guardar en su interior algún grado de temperatura en lo fríos inviernos que sufren.
Con todos esos pensamientos me doy cuenta una vez mas, de la diversidad que tiene nuestro país, tanto en gastronomía como en arquitectura, costumbres, etc.
Siempre nos llama lo exótico, lo lejano,soñamos con viajes a países en la otra parte del mundo para ver otras arquitecturas, otras gastronomías, otras costumbres, eso esta bien, pero aveces lo cercano, lo que tenemos mas a mano, no le damos la importancia que tiene, quizás por esa cercanía o quizás por esa mala costumbre de no apreciar lo nuestro y en estos momentos de crisis donde el dinero escasea para hacer ese tipo de viajes tan lejanos o porque ¡que coño!, que hay que ver y conocer lo nuestro,puede ser una buena alternativa para no dejar de viajar, no recuerdo ahora mismo quien lo dijo pero hay que estar siempre en movimiento......
Aunque ya hemos echo algún viaje gastronómico, como el que hicimos recorriendo la costa atlántica en busca del ácido úrico, por la cantidad de marisco que comimos, o la vuelta a España en el 2002, que no fue una vuelta completa al cien por cien, es verdad que la zona centro y este, la tenemos algo descuidada............
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