Mirábamos con expectación hacia la parrilla, esperando a saborear las chuletillas de cordero que se estaban haciendo lentamente a la brasa, un nuevo brindis, de ese crianza, finca antigua, al que nos hemos aficionado desde que paramos aquí la primera vez.
Por la próxima aventura, dijimos los dos y por la chuletillas de cordero que nos comeremos en marruecos, dijo loli.
Si pero allí no brindaremos con vino, si no con coca cola, dije subiendo las manos con los dedos indice y corazon extendidos, haciendo el gesto de entre comillas, porque en marruecos aunque se llame coca cola nunca sabes aciencia cierta que es, reímos los dos.
Que poco falta, la semana santa esta aquí ya, apenas falta algo mas de un mes,dije,los dos
callamos un momento, nos miramos y casi a la vez dijimos, pues estos días he estado pensando....volvimos a callar, di, no, di tu, jajajaja, un nuevo brindis.
Pondríamos cambiar de viaje, dijo loli.
Si , pondríamos, pero llevamos preparándolo mas de tres meses, lo tenemos todo a falta de montar gomas, por no decir las ganas que tenemos de volver a bajar, por otro lado, si es verdad que todo ese trabajo ya esta echo y nos valdrá para dentro de un mes o de cinco y quizás dentro de unos meses sea mejor fecha para cruzar el atlas.
Entonces estamos de acuerdo, cambiamos de destino,nuevo brindis.
¿Con que van a acompañar las chuletillas? Nos interrumpio el camarero, con unas patatas panaderas y unos pimientos asados, respondimos, ¿mas vino? si por favor, otra botella y ponganos a asar un picanton de esos que tienen muy buena pinta.
Bueno, nos tenemos que dar prisa, tenemos un mes escaso para prepararlo, le dije a loli.
Tu preocupate de diseñar la ruta que yo me encargo de buscar los alojamientos, me respondio.
Continuara...............
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