Que mezcla de emociones días antes de emprender un viaje, emociones que se acentúan llegada la víspera de este, incertidumbre, nervios, miedo,etc, emociones que se disparan en el momento de partir y que te hacen sumergirte en un estado de éxtasis durante el viaje.
Y al fin emprendes el viaje, si sales al amanecer la noche te habrá pecido muy corta y si sales des pues de trabajar la jornada te habrá parecido eterna, pero al fin estas en ruta,con tu moto cargada, repasando durante los primeros kilómetros el no haber dejado nada olvidado,poco a poco te vas relajando y empiezas a disfrutar.................
El destino elegido para este pequeño viaje ha sido de nuevo nuestra amada Portugal, un paraíso tan cercano que siempre tememos que nos lo quiten,cosa que seguro pasara y no en mucho tiempo.
Salimos el jueves a media tarde des pues de comer y las cosas que pasan, me pregunta loly ¿has echado los chubasqueros? le respondo para que si no dan agua......120km mas tarde esta vamos empapados y es que no se le ocurre nada mejor que hacer a una nuve que seguirnos desde aracena hasta el rosal de la frontera, pero justo encima de nosotros, mirabas a ambos lado de la carretera y veías el cielo despejado, al menos desde el rosal ya no llovió mas y poco a poco empezamos a adentrarnos por el vecino país para llegar a nuestro destino, Alcacer do sal, nada mas que reseñar que al pasar Beja había un control de gendarmería con unos veinte guardias mas o menos, los miro, me miran, los saludo, me saludan y en esas un semáforo que se pone en rojo,que freno, que no freno,al final me lo salto, loly que viene detrás se detiene y siente las miradas de los gendarme apuñalandola por la espalda.
Llegada al camping con la noche bien cerrada, cena rápida y adormir, bueno a intentarlo ya que al colchón inflable le dio por deshincharse varias veces a lo largo de la noche.
Por la mañana ,ligera visita al pueblo prometiendo volver con mas tiempo y con la adoptada ya que la zona promete bastante.
Nos dirigimos al inicio del trac y nos planteamos el meternos por los arenales que abundan por esta zona, lo descartamos pero volveremos con mas tiempo en busca de arena y mas arena.
Al fin empezamos por una zona muy ratonera en la que era difícil el seguir el trac, por lo que tuvimos que subir y bajar varios cortafuegos para dar con el camino correcto, el resto, tramos rápidos y muy rápidos, ratoneros, trialeras, paisajes de ensueño, aldeas, pueblos, sagres en los descansos, mas sagres, comidas campestres, mas sagres y sin darnos cuenta estaba llegando la tarde, entre sagre y sagre decidimos dirigirnos a la costa y buscar un camping, salida del trac y carrerilla de miles de curvas, camping encontrado, sagres, ducha, sagres, cena y tertulia regada de mas sagres, esa noche el colchón no se desinflo, pero las sagres pedian alir de nuestro organismo cada x horas.....
A la mañana siguiente decidimos recortar un trozo de trac y nos dirigimos al punto elegido por mas carreterillas de miles de curvas donde nos lo pasamos pipa, tal era el disfrute que nos saltamos el trac sin darnos cuenta con tanto curvear y curvear, al fin volvimos al trac y a las pistas ratoneras que poco a poco se abren en pistas anchas donde puedes darle al mango, de nuevo paisajes de ensueño, aldeas, pueblos de antaño, mas pistas, alguna paralelas al rió durante muchos kilometros y llego la hora de comer, paramos en un bar donde ya nos conocen, nos tratan mejor y como siempre nos pusimos tivios de sagres, comida alentejana de chuparse los dedos, vino alentejano para calmar el quemazón que te deja el piri piri, cafes y orujo de ese que te echan en las heridas para desinfectar, mas de dos horas comiendo nos hacen desistir del campo y tiramos por carretera en busca de ayamonte, de nuevo mas curvas y mas, la cosa se anima tanto que boy con las botas de puntilla en las estriberas y rozo las protecciones metálicas que tienen en las punteras, mas curvas mas roces,voy imaginando la cara de loly que viene casi encima viendo las chispas que deben de saltar, en un momento dado paro y le pregunto, me dice que ella no ve nada, la próxima vez le pongo trocitos de titanio como a las deslizaderas de los monos de cuero y asi poco a poco casi sin darnos cuenta cruzamos la frontera y nos dirigimos a nuestra casa, donde nos esperaba nuestra pequeñina buscándonos por todos lados.
Han sido solo dos dias y 1000km, pero valen para recargar las pilas una buena temporada.